Igual de adaptaciones con menos entrenamiento en edad avanzada

 



La interacción entre la fuerza muscular y la resistencia aeróbica es un tema de constante debate en el ámbito del entrenamiento físico, especialmente en poblaciones mayores donde la preservación de la capacidad funcional es clave para la calidad de vida. En este contexto, un estudio realizado por Hunter et al. (2013), publicado en Medicine & Science in Sports & Exercise, aporta datos interesantes sobre los efectos fisiológicos de diferentes protocolos de entrenamiento combinado en personas de entre 60 y 74 años.


Diseño del estudio

El objetivo del estudio fue comparar los resultados de tres protocolos de entrenamiento combinado de fuerza y resistencia aeróbica durante 16 semanas, evaluando su impacto en masa libre de grasa, fuerza muscular y capacidad aeróbica.


Protocolos de entrenamiento:


  • Tipo A (1+1): Un día de entrenamiento aeróbico y un día de entrenamiento de fuerza por semana.
  • Tipo B (2+2): Dos días de entrenamiento aeróbico y dos días de fuerza por semana.
  • Tipo C (3+3): Tres días de entrenamiento aeróbico y tres días de fuerza por semana.

Estructura de las sesiones:


1. Entrenamiento aeróbico: 40 minutos al 80% de la frecuencia cardíaca máxima (FCmáx).

2. Entrenamiento de fuerza: 2 series de 10 repeticiones al 80% de la repetición máxima (1RM) en 10 grupos musculares diferentes.


Resultados principales

Tras 16 semanas, todos los grupos mostraron mejoras significativas en:

  • Masa libre de grasa: Indicador clave de la preservación de músculo en adultos mayores.
  • Fuerza muscular: Aumento generalizado en la capacidad de generar fuerza.
  • Resistencia aeróbica: Mejora de la capacidad cardiorrespiratoria y la eficiencia en actividades físicas prolongadas.

Lo más sorprendente del estudio es que no se encontraron diferencias significativas entre los tres protocolos, lo que sugiere que los beneficios del entrenamiento combinado no dependen necesariamente del número de sesiones semanales.


Implicaciones prácticas

El estudio plantea importantes conclusiones para el diseño de programas de entrenamiento en adultos mayores:


1. Eficiencia del entrenamiento: Incluso con una frecuencia semanal baja (1+1), es posible lograr beneficios significativos en fuerza y capacidad aeróbica. Esto es especialmente relevante para personas con limitaciones de tiempo o condiciones de salud que dificultan entrenamientos más intensos.

2- Adaptabilidad: Los resultados refuerzan la flexibilidad en la planificación del ejercicio, permitiendo que los programas se adapten a las necesidades individuales sin comprometer los beneficios.

3. Prevención del deterioro funcional: La combinación de fuerza y resistencia aeróbica es crucial para mitigar los efectos del envejecimiento, como la sarcopenia y la pérdida de capacidad cardiorrespiratoria.

Reflexiones finales

El estudio de Hunter et al. desafía la idea de "más es mejor" en términos de frecuencia de entrenamiento, al demostrar que con una planificación adecuada, incluso protocolos de menor intensidad pueden ofrecer resultados similares a programas más intensos. Esto destaca la importancia de la calidad del ejercicio sobre la cantidad, especialmente en poblaciones mayores.


Para entrenadores, profesionales de la salud y personas mayores interesadas en mantener su vitalidad, este estudio ofrece una guía basada en evidencia para implementar entrenamientos combinados efectivos, equilibrando las demandas físicas con la sostenibilidad a largo plazo.


Bibliografía

Hunter, G. R., McCarthy, J. P., & Bamman, M. M. (2013). Effects of resistance and aerobic training on older adults. Medicine & Science in Sports & Exercise, 45(1), 1-10.

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