Guía de lesiones en escalada en roca


El artículo A Guide to Indoor Rock Climbing Injuries de Jonathan Leung (2023) se centra en las lesiones más comunes en escalada en interiores, un deporte que ha crecido en popularidad y que plantea riesgos específicos, sobre todo en las extremidades superiores. Este deporte conlleva movimientos repetitivos y tensión intensa sobre las articulaciones y tendones, lo que aumenta la probabilidad de sufrir lesiones por sobreuso. El artículo busca proporcionar a los profesionales de la salud un recurso completo para entender estas lesiones, sus mecanismos biomecánicos, su diagnóstico y su tratamiento, fomentando una colaboración eficaz entre médicos y escaladores.

Las lesiones más comunes en escalada afectan principalmente a las extremidades superiores, siendo los dedos una de las zonas más vulnerables. Entre las lesiones de los dedos destacan las siguientes:


1. Ruptura de poleas anulares (A2 y A4): Estas poleas del sistema flexor de los dedos pueden sufrir tensiones extremas durante ciertos movimientos, como el "crimping completo" (agarre en bordes pequeños). Las roturas completas suelen ser dolorosas y requieren una recuperación prolongada.


2. Tenosinovitis: Inflamación de la vaina de los tendones flexores, común en escaladores que realizan movimientos repetitivos de flexión. Los síntomas incluyen dolor y edema en la parte volar (anterior) de los dedos, y su manejo suele requerir descanso, antiinflamatorios y hielo.

3. Desgarros del músculo lumbrical: Lesión causada por estrés de corte debido a la extensión de un dedo mientras otros permanecen flexionados. Esto ocurre comúnmente en agarres tipo "mono" y se caracteriza por dolor en la base del dedo o en la palma distal.

En el codo y el antebrazo, las lesiones también son frecuentes:


1. Epicondilopatía medial o "codo del escalador": Provocada por sobrecarga repetitiva de los flexores del antebrazo, genera dolor en el epicóndilo medial y suele requerir descanso, fisioterapia y fortalecimiento excéntrico.

2. Lesión del músculo braquial: Conocida también como "codo del escalador", afecta el músculo braquial debido a sobrecargas durante flexiones repetidas del codo en posición de pronación.

Lesiones menos comunes, pero posibles, incluyen desgarros del labrum del hombro (SLAP), la fractura de la epífisis en los dedos de escaladores adolescentes y lesiones en el tobillo o rodilla, principalmente debido a caídas o impactos bruscos al bajar. Estas últimas incluyen esguinces de tobillo, fracturas del calcáneo o astrágalo, y daños en la banda iliotibial, especialmente al realizar movimientos como el "heel hook" o al usar un calzado muy ajustado.


El diagnóstico de estas lesiones implica una combinación de examen clínico y, en algunos casos, pruebas de imagen como ultrasonido o resonancia magnética para confirmar el grado de daño. Las lesiones suelen clasificarse en grados según la severidad:

  • Grado 1: microtrauma sin evidencia en imágenes, requiere descanso y terapia funcional.
  • Grado 2: lesión de músculo sin afectación de tendón, tratamiento incluye terapia funcional intensiva.
  • Grado 3: involucra la unión musculotendinosa, puede requerir inmovilización o incluso cirugía en casos graves.

Los tratamientos conservadores, como el descanso, el uso de antiinflamatorios y terapia funcional, son las intervenciones iniciales para la mayoría de las lesiones de escalada. En casos graves, como rupturas de poleas o desgarros musculares avanzados, se considera la cirugía. El uso de vendajes y férulas puede ayudar a proteger las estructuras lesionadas durante la fase de recuperación, y la terapia funcional debe enfocarse en un retorno gradual al deporte, atendiendo a la duración, la frecuencia y el tipo de agarre utilizado.


Para reducir el riesgo de lesiones recurrentes, se recomienda que los escaladores realicen modificaciones en su técnica, como preferir el agarre de mano abierta en lugar del "crimping completo", evitar movimientos bruscos, y fortalecer los músculos antagonistas. Técnicas de vendaje específico para proteger las poleas, ejercicios de fortalecimiento y programas de rehabilitación también son recomendados. Los escaladores jóvenes deben evitar la sobrecarga en sus dedos en crecimiento, utilizando técnicas de agarre menos exigentes y evitando el entrenamiento con pesas en los dedos.


El artículo de Leung subraya la importancia de un enfoque multidisciplinario para el tratamiento de lesiones en escalada, donde los médicos y los escaladores colaboren para asegurar una recuperación efectiva y prevenir recurrencias. La escalada en interiores puede ser desafiante y exigente, pero con una adecuada comprensión de la biomecánica, diagnóstico, tratamiento y prevención de lesiones, los profesionales pueden ofrecer un apoyo valioso para que los escaladores se mantengan seguros y activos en el deporte. Además, adaptar el retorno a la escalada según el volumen, la intensidad y el tipo de agarre es esencial para evitar recaídas y promover una recuperación óptima.



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