Cambios relacionados con el entrenamiento de fuerza-resistencia en adultos mayores

 


El estudio realizado por Kryger et al., publicado en Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports en agosto de 2007, explora los efectos del entrenamiento de resistencia de alta intensidad en adultos mayores de entre 85 y 97 años. Este grupo etario, que representa una población avanzada en términos de envejecimiento, es especialmente relevante para evaluar los efectos del ejercicio sobre las capacidades físicas y musculares.


Objetivo del estudio

El propósito fue analizar cómo el entrenamiento de fuerza-resistencia afecta parámetros como:

  • Fuerza muscular.
  • Tamaño y tipo de fibras musculares.
  • Composición de las isoformas de la cadena pesada de miosina (MHC).

Metodología

Participantes:

  • Grupo de entrenamiento: 11 adultos mayores (85-97 años).
  • Grupo control: 12 adultos mayores, que no participaron en el programa de entrenamiento.
Intervención:
  • Los participantes del grupo de entrenamiento realizaron un programa de 12 semanas de entrenamiento de resistencia de alta intensidad, trabajando al 80% de su 1 repetición máxima (1RM).
Mediciones: Se evaluaron diversos indicadores antes y después del programa:
  • Fuerza isométrica e isocinética de los extensores de la rodilla.
  • Tamaño transversal del músculo cuádriceps.
  • Composición y tamaño de las fibras musculares.
  • Composición de las isoformas de la cadena pesada de miosina (MHC).
  • Número y distribución de capilares en las fibras musculares.

Resultados

Fuerza muscular:
  • La fuerza isométrica de los extensores de la rodilla aumentó en un 37% (p<0.05).
  • La fuerza isocinética mostró incrementos de entre 41% y 47% (p<0.05).
Hipertrofia muscular:
  • El área transversal del músculo cuádriceps aumentó un 9,8% (p<0.05).
  • La hipertrofia se observó exclusivamente en las fibras tipo II (fibras rápidas), con un aumento del 22% (p<0.05).
Cambios en la composición de las fibras musculares:
  • El porcentaje de fibras tipo I (fibras lentas) disminuyó un 4% (p<0.05).
  • El porcentaje de fibras tipo II (fibras rápidas) aumentó un 5,9% (p<0.05).
Composición de la cadena pesada de miosina (MHC):
  • La cantidad de MHC I (asociada a fibras lentas) disminuyó (p<0.05).
  • La cantidad de MHC II (asociada a fibras rápidas) aumentó (p<0.05).
Capilares musculares:
  • No se observaron cambios en el número total de capilares por área.
  • Sin embargo, hubo un aumento en el número de capilares en contacto con fibras tipo II.

Conclusiones

El estudio encontró que el entrenamiento de fuerza-resistencia sí tuvo efectos beneficiosos en la fuerza muscular y en el tamaño de las fibras musculares rápidas (tipo II), incluso en adultos mayores de edades avanzadas (85-97 años).

Beneficios musculares específicos:
  • La fuerza isométrica e isocinética mejoró significativamente.
  • Se observó un crecimiento del área muscular (hipertrofia), limitado a las fibras rápidas (tipo II).
  • El incremento en el porcentaje de fibras rápidas y en la cantidad relativa de MHC II podría explicar los incrementos en la fuerza y potencia muscular.
Limitaciones y consideraciones:
  • No se observaron efectos significativos en la capilarización total, lo que indica que el entrenamiento no mejora de forma significativa la vascularización general del músculo.
  • La disminución en el porcentaje de fibras tipo I y de MHC I podría reflejar una adaptación del músculo hacia un perfil más explosivo, aunque con posibles implicaciones en la resistencia.
Relevancia práctica:
  • El aumento del tamaño y la potencia de las fibras rápidas (tipo II) tiene implicaciones funcionales clave para los adultos mayores, ya que estas fibras son críticas para movimientos rápidos, prevención de caídas y tareas de la vida diaria que requieren fuerza explosiva.
  • Aunque los efectos sobre la vascularización no fueron significativos, el aumento de los capilares en contacto con fibras tipo II sugiere una adaptación localizada que podría beneficiar estas fibras específicas.

El estudio concluye que el entrenamiento de resistencia de alta intensidad es efectivo para mejorar la fuerza y la potencia muscular en adultos mayores de edad avanzada, principalmente a través de cambios en las fibras musculares rápidas y las isoformas de miosina asociadas. Esto refuerza la importancia de incluir ejercicios de alta intensidad supervisados en los programas de entrenamiento para personas de esta edad, con el objetivo de preservar y potenciar las capacidades funcionales del músculo esquelético.


Bibliografía:

Kryger, A. I., & Andersen, J. L. (2007). Resistance training in the oldest old: consequences for muscle strength, fiber types, fiber size, and MHC isoforms. Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports17(4), 422–430. https://doi.org/10.1111/j.1600-0838.2006.00575.x


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