El tipo y la intensidad de ejercicio tienen efectos independientes y aditivos sobre la densidad mineral ósea



El estudio realizado por Magkos F. et al., y publicado en International Journal of Sports Medicine en abril de 2007, investigó los efectos del tipo e intensidad del ejercicio sobre la densidad mineral ósea ajustada por edad, peso y altura (aBMD). El estudio comparó a corredores, nadadores y un grupo control para determinar cómo el tipo de ejercicio (resistencia vs. sprint) y su intensidad afectan la densidad ósea en diferentes regiones del cuerpo.


Diseño del estudio

El estudio incluyó a 52 hombres de entre 17 y 30 años, divididos en tres grupos:

  • 21 corredores: 17 de ellos atletas de resistencia (larga distancia) y 4 de sprint (distancia corta).
  • 16 nadadores: 8 de resistencia y 8 de sprint.
  • 15 controles sedentarios.

Se midió la densidad mineral ósea (aBMD) en diferentes subregiones del cuerpo (piernas, tronco, total del cuerpo) utilizando tecnologías de medición precisas. Los corredores de resistencia competían en pruebas de larga distancia, mientras que los corredores de sprint entrenaban para eventos de corta distancia. Los nadadores de resistencia se entrenaban para competencias de larga distancia, mientras que los nadadores de sprint realizaban entrenamientos para distancias más cortas.


Densidad ósea en corredores vs. nadadores:
  • Los corredores mostraron una mayor aBMD en las piernas (+6.7%, p<0.05) en comparación con los controles.
  • Los nadadores mostraron una menor aBMD tanto en las piernas (-9.8%) como en el total del cuerpo (-7%) en comparación con los controles (p<0.05).

Efectos del ejercicio de resistencia vs. sprint:
  • Los atletas de resistencia (tanto en carrera como en natación) tuvieron una aBMD significativamente más baja en las piernas y el cuerpo total que los controles.
  • Los atletas de sprint, por otro lado, no mostraron diferencias significativas con los controles, pero presentaron mayores aBMD en comparación con los atletas de resistencia.

Comparaciones específicas entre nadadores y corredores:
  • Los nadadores de resistencia mostraron una aBMD significativamente menor en las piernas (-14.8%) y en el total del cuerpo (-10.4%) en comparación con los controles (p<0.05).
  • Los corredores de sprint mostraron una mayor aBMD en las piernas (+0.8%), tronco (+10%) y total del cuerpo (+6.3%) en comparación con los controles (p<0.05).
  • No se encontraron diferencias significativas en aBMD entre los nadadores de sprint y los controles, ni entre los corredores de resistencia aeróbica y los controles.

Los resultados del estudio sugieren que tanto el tipo como la intensidad del ejercicio tienen efectos independientes y aditivos sobre la densidad mineral ósea. Los corredores de resistencia tienen una mayor densidad ósea en las piernas en comparación con los nadadores, quienes experimentan una disminución de la densidad ósea en las mismas regiones, especialmente en los nadadores de resistencia. Además, los atletas de sprint, tanto corredores como nadadores, presentan una mayor densidad ósea en comparación con los atletas de resistencia, lo que resalta el impacto de la intensidad del ejercicio en la densidad mineral ósea. En general, el estudio concluye que los ejercicios de alta intensidad, como los sprints, pueden ser más beneficiosos para la salud ósea que los ejercicios de resistencia prolongada, especialmente en las extremidades inferiores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario