El estudio realizado por Gerage et al. (2013), publicado en International Journal of Sports Medicine, tuvo como objetivo principal investigar los efectos de un programa de entrenamiento de fuerza sobre la presión arterial en reposo y la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC) en mujeres mayores posmenopáusicas no hipertensas y no entrenadas previamente.
Diseño del estudio y metodología
Se llevó a cabo un ensayo aleatorizado con un total de 29 mujeres de edad avanzada, divididas en dos grupos:
a) Grupo de entrenamiento de fuerza (n = 15): mujeres con una edad media de 65,5 ± 5,0 años, peso de 57,3 ± 6,5 kg y altura de 156,7 ± 5,1 cm. Este grupo participó en un programa de entrenamiento supervisado de fuerza, consistente en:
- 8 ejercicios multiarticulares
- 2 series de 10-15 repeticiones
- 3 veces por semana durante 12 semanas
Las variables evaluadas antes y después de la intervención fueron:
- Presión arterial en reposo (sistólica y diastólica)
- Variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC)
- Fuerza muscular máxima medida por el test de una repetición máxima (1RM)
Resultados
Los hallazgos principales del estudio fueron:
- El grupo de entrenamiento de fuerza mostró un aumento significativo en la fuerza muscular de entre 10 % y 12 %, lo que refleja una mejora funcional relevante para la prevención de la pérdida de masa y fuerza muscular asociada al envejecimiento.
- Se observó una reducción significativa en la presión arterial sistólica tras las 12 semanas de entrenamiento (p < 0.05), lo que indica un beneficio cardiovascular claro, incluso en mujeres no hipertensas. Este hallazgo es importante, ya que la presión sistólica elevada es un factor de riesgo clave en la población mayor.
- En contraste, no se encontraron cambios significativos en la presión arterial diastólica ni en los índices de variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC) (p > 0.05). Esto sugiere que, si bien el entrenamiento de fuerza puede tener efectos hipotensores, no modifica significativamente la modulación autonómica cardíaca en este tipo de población durante un periodo de 12 semanas.
Conclusiones
El estudio concluye que un programa supervisado de entrenamiento de fuerza de 12 semanas es efectivo para:
- Mejorar la fuerza muscular en mujeres mayores posmenopáusicas
- Reducir la presión arterial sistólica en reposo, incluso en ausencia de hipertensión
No obstante, no se observaron mejoras en la VFC, por lo que se recomienda estudiar otros tipos de ejercicio (como el aeróbico o combinaciones) para evaluar su impacto en la modulación autonómica cardíaca en esta población.
Bibliografía:
Gerage, A. M., Benedetti, T. R. B., Farah, B. Q., Santana, F. S., Ohara, D., Andersen, L. L., & Ritti-Dias, R. M. (2013). Effects of resistance training on resting blood pressure and heart rate variability in elderly postmenopausal women. International Journal of Sports Medicine, 34(9), 806–813. https://doi.org/10.1055/s-0033-1333701
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