Slentz et al. (2007) examinaron cómo diferentes intensidades y volúmenes de ejercicio afectan el perfil de lipoproteínas en adultos sedentarios con sobrepeso. En un estudio aleatorizado, 240 participantes fueron asignados a un grupo control o a uno de tres grupos de ejercicio durante 6 meses: alta intensidad/alto volumen, alta intensidad/bajo volumen y baja intensidad/bajo volumen. El entrenamiento incluyó actividades como caminar, trotar y ciclismo.
Se evaluaron los niveles de lipoproteínas al inicio, 24 horas, 5 días y 15 días después de finalizar el entrenamiento. Los resultados indicaron que la inactividad continua aumentó significativamente las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y el colesterol LDL. Sin embargo, incluso una cantidad modesta de ejercicio previno este deterioro. El ejercicio de intensidad moderada, pero no el vigoroso, mantuvo niveles reducidos de triglicéridos en lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) durante 15 días de desentrenamiento. Además, el grupo de alta cantidad de ejercicio mostró mejoras sostenidas en las fracciones de lipoproteínas de alta densidad (HDL) después de 15 días sin ejercicio.
Referencia:
Slentz, C. A., Houmard, J. A., Johnson, J. L., Bateman, L. A., Tanner, C. J., McCartney, J. S., Duscha, B. D., Kraus, W. E. (2007). Inactivity, exercise training and detraining, and plasma lipoproteins. Journal of Applied Physiology, 103(2), 432–442. https://doi.org/10.1152/japplphysiol.01314.2006
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