El lactato no produce agujetas

 




Sobre el lactato y su metabolismo

La vía metabólica de los hidratos de carbono es fundamental en situaciones que requieren una liberación rápida de energía. Esta ruta metabólica está asociada con la producción de lactato, un compuesto que durante mucho tiempo se ha considerado perjudicial y que puede generar conflictos fisiológicos si no se maneja adecuadamente. Sin embargo, es importante revisar esta perspectiva, ya que el lactato tiene funciones significativas y, en ciertos contextos, es esencial para el rendimiento físico.


Lactato y acidez metabólica

El lactato, por sí solo, no provoca un aumento en la acidez del medio interno; este efecto se debe a la acumulación de protones (H+) disociados. Estos protones son los verdaderos responsables de la disminución del pH, que puede llevar a la fatiga muscular y a una reducción en el rendimiento. Por ejemplo, se ha demostrado que las fibras musculares tipo II, que son predominantemente glucolíticas, son especialmente vulnerables a cambios en el pH. Un descenso en el pH hasta 6.5 puede reducir su capacidad de contracción hasta en un 50%. 


La confusión común entre lactato y acidosis se ha perpetuado durante años. A menudo, se asocia el lactato con el dolor muscular de aparición tardía (DOMS), lo que no es correcto. Este dolor no se debe a la acumulación de lactato, sino a otros factores como microlesiones musculares e inflamación post-ejercicio.


Funciones beneficiosas del lactato

A pesar de su mala reputación, el lactato desempeña un papel crucial durante el ejercicio intenso. Durante la actividad física, especialmente en condiciones anaeróbicas, el piruvato generado a partir de la glucólisis puede convertirse en lactato, permitiendo así que el metabolismo continúe. Esto es especialmente importante en situaciones donde el suministro de oxígeno es insuficiente para satisfacer las demandas energéticas del cuerpo.


El lactato no solo actúa como un subproducto; también puede ser utilizado como fuente de energía por otros tejidos, como el corazón y el hígado. En el hígado, el lactato puede ser convertido de nuevo a glucosa a través del ciclo de Cori, lo que ayuda a mantener los niveles de glucosa en sangre durante el ejercicio prolongado.


El equilibrio del medio celular

Además de su papel en la producción de energía, el lactato y el piruvato son componentes clave en el mantenimiento del equilibrio del medio celular. En condiciones en las que el ácido pirúvico no puede entrar en la vía oxidativa (por ejemplo, en ejercicios de alta intensidad), su conversión a lactato es un mecanismo crítico que permite que el metabolismo siga funcionando de manera eficiente, incluso en condiciones de bajo oxígeno.


Implicaciones para el entrenamiento y la recuperación

Entender el papel del lactato en el ejercicio puede tener importantes implicaciones para el entrenamiento y la recuperación. En lugar de evitar la acumulación de lactato, los atletas y entrenadores podrían beneficiarse al diseñar programas que incorporen periodos de entrenamiento en los que se busque específicamente aumentar la producción de lactato. Esto puede ayudar a mejorar la capacidad del cuerpo para tolerar y utilizar lactato como fuente de energía, aumentando así el rendimiento.


Es crucial cambiar la percepción tradicional del lactato como un mero subproducto perjudicial del metabolismo. En realidad, el lactato es un intermediario valioso que no solo facilita la producción de energía en condiciones anaeróbicas, sino que también juega un papel clave en la regulación del equilibrio ácido-base en el músculo. A medida que continuamos explorando su función en el ejercicio y la fisiología, se hace evidente que el lactato es un componente integral de la respuesta metabólica del cuerpo a la actividad física.


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