
Para el desarrollo psicológico es necesario observar primero y establecer después objetivos personales que nos hagan avanzar. Ello nos llevará a evaluar logros, resolver errores y dar nuevas posibilidades a nuestras decisiones. Estar con la capacidad de examinar los logros, fracasos y aquellos todavía sin concluir, nos hace crecer, enriquece nuestra autoestima y nos prepara para futuros retos. Como nos propone Ramírez no debemos de esperar a enero para establecer los retos del próximo año.
1.
Evaluación de
Objetivos: Logrados y No Cumplidos
Metas alcanzadas. No solo debemos mirar hacia atrás para ver los logros alcanzados en nuestra vida y celebrarlos sino que es fundamental entender por qué se han conseguido. Identificar determinados factores que, en este caso, han contribuido al éxito –la constancia, planificación, redes de apoyo o motivación intrínseca– refuerzan el concepto sobre uno mismo, la seguridad y confianza en nuestras habilidades (Díaz-Morales & Sánchez-López, 2001). Este cuestionamiento es un refuerzo emocional que alimenta la autoestima y el aprendizaje. Simbólicamente, propone presentar estos logros como “bolas rojas” suspendidas en un “árbol de Navidad personal”. Cada bola, además de simbolizar un logro realizado, contiene inscrito en ella qué fue o en qué camino nos llevó a su consecución. Esta metáfora visual contribuye a afianzar internamente el ciclo de logro y actúa como herramienta de motivación para futuras metas. Así, además, este ejercicio de revisión nos deja con datos valiosos para futuros usos. Aprender qué soluciones hemos utilizado en el pasado nos deja repetirlas y, en algunos casos, hacer modificaciones en escenarios futuros, mejorando, por tanto, las posibilidades de éxito al perseguir futuras metas. (Pérez & López, 2000).
Objetivos no alcanzados. No
conseguir los objetivos propuestos no debería interpretarse como un fracaso,
sino como una oportunidad de aprendizaje. El sentimiento de culpa debe
evitarse, ya que, en lugar de representar una solución, genera frustración y
ralentiza la acción (Martínez & Rodríguez, 2023). La revisión de los
objetivos incumplidos debería concentrarse en quién y qué paso a partir de
preguntas como:
·
¿Fue
un tema de falta de planificación?
·
¿Inconscientemente
no era una prioridad?
·
¿Tuve
un mal día y quedé desmotivado?
·
¿Influyó
el factor “amigos” negativamente en mi propuesta?
·
¿Dejó
de tener relevancia con el tiempo?.
·
¿Aún
es importante para mí?.
· ¿Qué debería hacer para lograrlo en el futuro?
p
Aquí, la flexibilidad es clave: en cualquier caso, en lugar de la meta, podemos cambiar el enfoque, cambiar las expectativas o encontrar otra estrategia. Un enfoque flexible y la capacidad de cambiar son signos de pensamientos resilientes y proactivos. (González & García, 2022).
2. Tipos de objetivos
que debemos establecer
Las metas pueden ser agrupadas según las personas, todos
ellos son importantes para un desarrollo psicológico equilibrado. Pasionales: considerados motores
emocionales ya que aumentan la motivación y dan satisfacción tanto a corto como
a largo plazo están asociados con pasatiempos e intereses como hacer pasteles,
aprender un idioma o comenzar una nueva carrera; profesionales: adquisición de nuevas habilidades y
competencias laborales que influyen en la autoconfianza y el sentimiento de
realización personal; hábitos saludables: hacer ejercicio o
alimentarse bien entre otras pueden proveer no solo la salud física sino la mental
y bienestar emocional y enriquecimiento
personal, desarrollando habilidades personales no relacionadas con
propuestas materialistas sino relacionados con el desarrollo de la empatía, el
humor o la espiritualidad (Díaz-Morales & Sánchez-López, 2001).
3. Estrategias para
facilitar el cumplimiento de objetivos.
Aunque no es fácil llegar a situaciones exitosas, hay
estrategias que aumentan significativamente las posibilidades de éxito. Por
ejemplo: apartarse de las personas
negativas, no deberíamos pasar tiempo con alguien que no cree en nuestras
capacidades; incluso aquellos que apreciamos pueden estar demasiado influidos
por la negatividad y dudar de sí mismos; tener
todo preparado con anticipación, lo que no facilitará la evitación; registro de acción estableciendo fechas
reales para convertir la idea en una acción planificada evitando lo de “algún
día …”; buscar un compañero de viaje
lo que hará aumentar el nivel de compromiso y disminuirá la posibilidad de
abandono; tener clara la respuesta al
por qué: nunca olvidar el propósito personal que subyace del objetivo; aplazar en lugar de renunciar, cambie
el enfoque del trabajo, pida ayuda o escuche a quien lo logro antes que usted; celebre los logros porque cada pequeño
paso positivo realizado fortalece el proceso y nos aproxima a la meta; tenga paciencia ya que no siempre lo
más rápido es lo mejor y los proyectos sólidos y excelentes se construyen con paciencia
y visión a largo plazo; anotar y
comprometerse por escrito a la conclusión del objetivo, en un lugar
visible, ayuda a clarificar, enfocar y consolidar el compromiso. (Pérez &
López, 2000). (González & García, 2022).
Conclusiones: Manejar psicológicamente nuestros
propios propósitos es un instrumento para nuestro desarrollo personal. Establecer
realmente cuánto hemos logrado y cuánto falta para concluir un objetivo, fijar
propósitos en una sola dirección que esté de acuerdo con nuestras forma de
entender que los objetivos deben realizarse y usar estrategias eficaces para
conseguirlos no solo nos hace más efectivos, sino también más realizados como
personas. (Martínez & Rodríguez, 2023).
Referencias:
1.
Díaz-Morales, J.
F., & Sánchez-López, M. P. (2001). Relevancia de los estilos de
personalidad y las metas personales en la predicción de la satisfacción vital. Anales
de Psicología, 17(2), 151–158. https://www.um.es/analesps/v17/v17_2/01-17_2.pdf(Universidad de Murcia)
2.
González, M. A.,
& García, M. T. (2022). Evaluación objetiva de la orientación a metas, la
gestión del tiempo y su relación con el rendimiento académico. Anales de
Psicología, 38(2), 219–226. https://revistas.um.es/analesps/article/view/484851(Revistas de la Universidad de Murcia)
3.
Pérez, J. A.,
& López, R. M. (2000). Establecimiento de metas, comportamiento y
rendimiento: Una revisión desde la psicología organizacional. Revista
Colombiana de Psicología, 9(2), 45–60. https://www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S0123-59232000000200002&script=sci_arttext(SciELO)
4. Martínez, L. F., & Rodríguez, P. A. (2023). La evaluación auténtica como herramienta para evidenciar el logro de competencias en la formación de psicólogos. Formación Universitaria, 16(2), 35–44.
5. Ramírez, P. (2023). Consejos para planificar y cumplir objetivos [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=5sxm5wb5Tr8
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